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lunes, 25 de junio de 2012

"Siete Cañadas"

"Siete Cañadas"
El Portillo - El Parador

Longitud
16,18 Km.
Dificultad
★★ Media
Circular
No
Duración
6 h. (aprox.)
Entorno
Alta montaña
Altitud
Mín. 2.043m. / Máx. 2.219m.
Desnivel acumulado
Subiendo324 m. / Bajando254 m.

CÓMO LLEGAR
En coche: Dejar un vehículo en los aparcamientos del Centro de Visitantes de Cañada Blanca (junto al Parador de Las Cañadas del Teide), en el punto kilométrico 46,5 de la carretera TF-21 (La Orotava-Granadilla de Abona), e ir con el otro vehículo hasta el Centro de Visitantes de El Portillo, situado en el punto kilométrico 32,5 de la misma carretera. 
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En guagua: Utilizando la línea 342 (Costa Adeje > Cañadas del Teide > El Portillo) o la línea 348 (Pto. Cruz > El Portillo > Cañadas del Teide), nos apearemos en la parada de El Portillo durante la ida y tomaremos la guagua en la parada de El Parador para la vuelta.

PUNTOS DE INTERÉS
Centro de Visitantes de El Portillo, Cañada de Diego Hernández, El Palomar, Cañada de la Grieta, Roque de la Grieta, Cañada del Montón de Trigo, Montaña de Guajara, Cañada del Capricho, Centro de Visitantes de Cañada Blanca...

FLORA
Debido a la elevada altitud y al perfil llano de esta ruta, nos encontraremos en todo momento en un mismo piso bioclimático, el de la alta montaña canaria. Este hecho, que conllevará sutiles cambios paisajísticos a lo largo de todo el recorrido, nos deleitará, sin embargo, con una gran riqueza botánica representada por un importante número de especies endémicas. A través de este itinerario podremos maravillarnos con la espectacularidad y rareza de varios endemismos tinerfeños como el tajinaste rojo (Echium wildpretii), el tajinaste picante (Echium auberianum), la hierba pajonera (Descurainia bourgeauana) y el rosalillo de cumbre (Pterocephalus lasiospermus). Así como con otros endemismos canarios como el alhelí del Teide (Erysimum scoparium), el codeso de cumbre (Adenocarpus viscosus) y la retama del Teide (Spartocytisus supranubius). Es llamativa también la presencia aislada de pinos canarios (Pinus canariensis) que, pese a las duras condiciones climáticas, consiguen desbordar la pared del Circo de Las Cañadas y crecer en los alrededores de la Montaña de Guajara.

FAUNA
Esta zona cuenta con gran número de invertebrados endémicos, como escarabajos, arañas, dípteros, hemípteros e himenópteros. Entre ellos destaca la Pimelia del Teide (Pimelia Ascendens), un escarabajo endémico de Tenerife del cual podremos observar una escultura en los jardines del Centro de Visitantes de El Portillo. Es además una zona de especial protección para las aves (ZEPA) constituyendo un importante refugio para el frágil pinzón azul del Teide (Fringilla teydea teydea), así como para otras aves como el bisbita caminero (Anthus berthelotii), el cernícalo (Falco tinnunculus canariensis), el alcaudón real (Lanius excubitor), el mosquitero (Phylloscopus collybita), el búho chico (Asio otus canariensis), el herrerillo (Parus caeruleus teneriffae), el canario (Serinus canaria) y el vencejo unicolor (Apus unicolor). Por otra parte, es también muy abundante el lagarto tizón (Gallotia galloti). Existen, sin embargo, especies introducidas muy dañinas para la flora y la fauna endémicas: conejos, muflones y gatos asilvestrados principalmente.


DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
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Este sendero es uno de los más conocidos del Parque Nacional del Teide. Discurre a través de la Pista de Siete Cañadas, por un tramo del histórico Camino Real de Chasna el cual permitía antaño comunicar las comarcas de la vertiente sur de la isla con el Valle de la Orotava en el norte. Se trata de un sendero llano con pocas subidas o bajadas que recorre un gran tramo de la pared interior del Circo de las Cañadas, entre los afilados escarpes y los malpaíses de las erupciones más recientes, a través de las múltiples planicies sedimentarias o cañadas que dan nombre al sendero. Una ruta extensa que a lo largo de sus 16 kilómetros nos ofrecerá paisajes volcánicos de gran belleza e interés geológico exaltados por la vistosa flora endémica (especialmente en primavera) y adornados por el omnipresente volcán del Teide.

Después de una inexcusable visita al Centro de Visitantes de El Portillo, emprenderemos la ruta siguiendo la ancha pista (cerrada al tráfico con una valla de hierro) que parte frente al aparcamiento del susodicho centro de visitantes. Tras descender suavemente hacia el ondulado terreno de la Cañada del Portillo, llegaremos en pocos minutos a una bifurcación del camino. En este punto tendremos que ignorar la pista que asciende a la izquierda, que nos conduciría hasta la Montaña del Cerrillar, y continuaremos por la pista de la derecha, adentrándonos en la Cañada del Arrife del Codeso. En un instante llegaremos a uno de los pocos tramos de acusada pendiente que encontraremos a lo largo del recorrido, en una zona donde el camino desciende bruscamente por las faldas de un pequeño cono volcánico hacia la Cañada del Descanso de las Gallinas, la primera gran planicie del camino. En medio de esta cañada ignoraremos una bifurcación que parte desde la derecha de la pista y se dirige hacia la zona de Arenas Negras.



------------Roque de la Carabela--------------------------Rosalillo (Pterocephalus lasiospermus)

Seguidamente llegaremos a la Cañada de los Chupaderos y poco a poco irán apareciendo en el horizonte los riscos más imponentes del Circo de Las Cañadas. Desde este lugar, bajo el Risco de Los Chupaderos, tendremos las primeras panorámicas importantes hacia El Teide y hacia el cono volcánico de Montaña Mostaza. Posteriormente, tras unos cuantos minutos de camino, nos hallaremos penetrando en la extensa y alargada Cañada de Diego Hernández, bajo el risco homónimo. En los derrubios de dicha pared se encuentra la Cueva de Don Diego Hernández, refugio del último pastor que habitó las planicies que recorremos. Tras un largo camino en el que nos parecerá que la cañada no tiene fin, siempre con El Teide en el horizonte, llegaremos al Roque de La Carabela. Esta pintoresca formación rocosa a los pies del Risco Verde nos acompañará en la llegada a la Cañada del Risco Verde. En dicha planicie nos encontraremos con un desvío a la derecha que tendremos que ignorar, pues nos conduciría hasta las Minas de San José.
 










---------------Cañada de la Grieta--------------------------------------------Tajinastes secos 

Tras otro gran tramo, atravesando la alargada Cañada de las Pilas, llegaremos a la Cañada de la Angostura, formada en realidad por dos cañadas menores: la Cañada de la Panadería y la Cañada de Escobonito. Una zona en la que la distancia entre el malpaís y el risco se reduce considerablemente. Inmediatamente después de atravesar esta zona, la estrechez del paisaje desaparece súbitamente. Comenzamos a divisar el impresionante paisaje de la Cañada de la Grieta, una planicie encajonada entre los altos frentes de lava solidificada y el impresionante y vertical Roque de la Grieta, que se alza altivo sobre el circo rocoso. Una hondura sitiada donde se suelen producir los valores térmicos más extremos del parque nacional, con gran oscilación térmica entre el día y la noche y con mediciones históricas de hasta -20ºC. Justo en las inmediaciones de dicho roque podremos observar un peculiar afloramiento pumítico con numerosas oquedades, conocido como El Palomar. Descenderemos hacia el fondo de la cañada entre el inmenso paisaje y quizá con la vista puesta en el trazo que dibuja la propia pista sobre la llanura que estamos a punto de atravesar.








----------Cañada del Montón de Trigo-----------------------------------Teide y tajinaste seco

Tras un largo y suave ascenso, habremos dejado la citada cañada atrás y entraremos de nuevo en una zona más estrecha, estrangulada por el Malpaís del Sanatorio. En este punto, el paisaje estará cada vez más dominado por la majestuosa Montaña de Guajara, el punto más alto del Circo de las Cañadas. Entre diversas formaciones rocosas, la pista avanza hacia la espectacular Cañada del Montón de Trigo, al pie de la Montaña del Pasajirón y de la Degollada de Guajara. Esta gran llanura de tonos amarillentos alberga una pequeña laguna esporádica en época de lluvias. Una última mirada atrás antes de rebasar por completo esta cañada nos permitirá observar un rostro que mira hacia el cielo, un efecto óptico creado por las luces y sombras a lo lejos en la pared del circo montañoso. Saliendo de la cañada tendremos que evitar un desvío a la izquierda que asciende en fuerte pendiente hacia la Degollada de Guajara y continuaremos de frente por la pista, donde rápidamente nos encontraremos con otro nuevo desvío, esta vez a la derecha, que también evitaremos.




-----------------Escarpes rocosos----------------------------------------------El Capricho

A partir de este punto, tras atravesar la pequeña Cañada de la Mareta bajo el Roque del Pino, la pista cruza un tramo de malpaís para descender seguidamente hacia la Cañada del Capricho, lugar al que llegaremos en pocos minutos. Esta cañada es una de las más interesantes del recorrido debido a las singulares formas de las rocas allí presentes. Esculturas geológicas esculpidas por los incesantes vientos que azotan la zona y que han tallado con esmero caprichosas formas sobre la roca volcánica. Unos pocos centenares de metros más y alcanzaremos el final de la ruta justo en la carretera cerca del Parador Nacional de Turismo, lugar en el que se halla el Centro de Visitantes de Cañada Blanca, de recomendable visita.

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